jueves, 30 de abril de 2015

Vacaciones familiares en el Eje Cafetero, un parque temático en el interior de Colombia

Hay muchos tipos de parques temáticos para viajar con niños. Tenemos cerca a DisneyLand París, y otro mucho mas cerca como la Warner en Madrid. En este post te voy a contar sobre un tipo de parque temático muy diferente a lo que nos publicitan en la televisión, y mucho mas lejos de nuestra casa. Para disfrutar de el, hay que cruzar el Atlántico.

El Parque Nacional del Café, es un parque temático situado en plena naturaleza en la región de Quindío, Colombia. Tal y como dice su nombre, el gran protagonista es el café, todo el parque está rodeado de un enorme jardín, donde los niños pueden interactuar en la recogida del café, en su proceso de elaboración, ver la manera de transportarlo, e incluso al anochecer ofrecen espectáculos folclóricos de la zona con la misma temática. Además para que el recorrido sea mas divertido nos ofrecen un montón de actividades donde puedes compaginar el aprendizaje con la diversión como puede ser, montar en  montañas rusas, subir a teleféricos, atracciones de agua y mucho mas. Puedes ver mas AQUÍ.








Además, en la región donde está situado el Parque, también ofrece otro tipo de actividades como  el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca) donde los niños pueden dar de comer y aprender mucho sobre el mundo de los animales, el Jardín Botánico, el Mariposario, Balsaje por el río la Vieja en el Valle del Cocora, el Museo de Oro en Quimbaya y de muchas otras posibilidades como disfrutar de todo esto montada en coloridos camiones típicos de la zona, rodeada de pueblos que parecen salidos de las típicas telenovelas. Todo este conjunto de actividades harán que la diversión de lo niños sea convierta en mucho mas, y se traduzca en conocimiento.



Un parque temático que se sale de lo corriente y que engloba muchísimo mas, diversión y contacto e interacción con la misma naturaleza y sobre todo conocer y relacionarse con gente que tiene otro tipo de cultura y que nos aporta diversidad y mucho información. Como siempre digo, Viajar es una palabra que engloba mucho mas, es una forma increíble de educar.



¿Tienes pensado viajar a Colombia con niños y no sabías qué hacer? No lo dudes el Parque Nacional del Café es tu destino ideal para planear unos días de diversión con los mas pequeños de la casa.


Por cierto ¿Te había dicho que me encanta el café verdad? así que imagínate lo que supuso para mí saber que iba al Eje Cafetero de Quindío. El café que se produce allí es famoso en el mundo entero por su sabor y calidad. ¡Qué ganas tenía de probarlo!




En Colombia el Café es mas que un producto, es una cultura, y se toman muy en serio su imagen. Nos contaron una historia muy divertida sobre el famoso Juan Valdez, parece ser que cada cierto tiempo eligen a un hombre, el cual tiene que cumplir ciertas características, ya que si sale elegido, será Juan Valdez y hará de respresentante del café por todo el mundo. Para ello realizan largos casting e intentan elegir siempre a la persona idónea.

Respecto a mi opinión del café, está muy rico, pero si que es verdad que me resultó mas amargo de lo que estaba acostumbrada, aunque eso no impidió que me trajera conmigo montones de paquetes de café.


¿Qué te ha parecido esta opción diferente de parque temático? ¿bonito verdad? yo si tuviera pensado ir a Colombia, no dudaría ni un segundo en volver con mi pequeña a esta región. Me encantó.
Te dejo un vídeo de la oficina de turismo de Colombia, ¡Cuidado se te van a poner los dientes largos!
Seguro que querrás disfrutarlo con la familia.

lunes, 27 de abril de 2015

Vacaciones en familia mas que sabrosas en Oporto

Volver de Oporto me ha supuesto ponerme unos días a dieta. Ya estaba mentalizada, Portugal es sinónimo de buena comida por todos sus rincones y olor a café por todas partes. Umm, ¡que delicia! viajar con niños a Portugal en cuestión gastronómica es mas que apetecible.

De repente mi cerebro se divide en dos, una parte me dice que me cuide y que no me pase, pero la otra me dice ¡a la porra! aprovecha, no estás en Portugal todos los días, ¡ya te cuidarás a la vuelta!, y eso hice. Esta vez ganó la parte mas glotona de mí.

En particular me he puesto las botas con las natas tan parecidas a los famoso Pastelitos de Belem. ¡Pero que ricos que están!

Como os comentaba en el anterior post, Oporto es una ciudad preciosa e ideal para pasar unas vacaciones en familia, pero es que además tenemos la suerte de que no es cara, así que hay que aprovechar y disfrutar a tope de todo lo que ofrece, ya que  no sabemos cuanto tiempo va a durar tanta generosidad.

Os recomiendo un par de lugares a los que suelo ir cuando nos acercamos por la ciudad y os contaré sobre uno nuevo que descubrimos esta última vez, donde repetimos todos los días a la hora de cenar.

Esta vez he venido con una impresión totalmente diferente en lo que a la gastronomía se refiere. La primera vez que fuimos contamos con poco tiempo y la verdad que no acertamos mucho. Recuerdo que comimos en el típico restaurante turístico de la Ribeira, enfrente del río Duero,  y además de ser carísimo, la comida no estaba nada buena. Quizás fuera casualidad, está claro que no se puede generalizar, pero resulta que esta vez cotilleando la zona, descubrimos que justo en las calles de detrás habían un montón de restaurantes que pintaban muy bien y a unos precios muy razonables.


Esta vez hemos tenido mas tiempo y hemos dedicado un poco mas a cotillear restaurantes. Donde tuvimos suerte y acertamos de pleno.


Como en todos los destinos a los que vamos, también solemos ahorrar un poco, comprando en tiendas para hacernos unos ricos bocadillos. A perola de Bolhâo  además de ser la mas fotografiada de la ciudad, por lo pintoresco de su fachada, tiene unos ricos embutidos. ¿Sabes como se dice Jamón en portugués? Presunto. ¡Recuerdalo!.
Un poquito mas abajo en la misma acera nos encontramos con un restaurante que tenía muy buena pinta.
La Confeitaría de Bolhao, resultó ser  una buena elección. Pedimos un rico bacalao, una dorada y para la pequeña un arroz con hamburguesas, pero el plato llegó con mucho mas. ¡Qué generosos!. Eso sí, todo hay que decirlo, eché en falta que no tuviera wifi, aunque pensándolo bien, también viene bien de vez en cuando para desconectar un poco de tanto móvil.



De postre como no, un rico pastelito de nata, un sabrosísimo café y una galletita para mi pequeña con sabor a corazón.


Cuando viajamos con nuestra hija, no solemos complicarnos mucho pidiendo comidas muy elaboradas o típicas, mejor ir a lo seguro, así que solemos recurrir a la pasta, carne, arroz,.cosas que sabemos fijo la van a gustar. 




Además de ser restaurante, también es pastelería y a la entrada del lugar te encuentras delicias como estas para poderte llevar. ¿Quién se puede resistir? La pastelería en Portugal está increíblemente rica, nada que envidiar a mi querida vecina, Francia.



Ya me habían comentado que el Fado era mas típico de Lisboa, pero preguntando al camarero me comento que en la ciudad habían varios restaurantes donde poder disfrutar de esta nostálgica música. Uno de ellos se llama Restaurante O Fado. Lo apuntamos aunque al final no fuimos, lo tendré presente por si volvemos a la ciudad. Te lo cuento por si tienes tiempo y te apetece. Ya me contarás.


Justo en frente del restaurante está el famoso mercado de Bolháo, donde también hay un par de simpáticos restaurantes y bastante económicos.



Mirar estos carteles que nos encontramos por el camino a lo largo del día, ¿increíble verdad?


Ya por la noche, estuvimos buscando largo tiempo una churrasquería para poder cenar la famosa carne a la brasa lusa. y mira por donde lo encontramos muy cerca de nuestro hotel, el restaurante se llama; Churrasqueira Icarai.



La carne la puedes acompañar de arroz, pasta, ensaladas, etc, además de ponernos las botas a carne, tenemos suerte y descubrimos que en Oporto son muy famosas las sopas, y como a la peque le encantan aprovechamos para pedir en este lugar varias . Un cuenco de sopa 1,10 euros ¡Increíble!. Totalmente recomendable. Estaba todo delicioso.


El día todavía no había terminado y antes de marchar al hotel, nos metimos en otro sitio. Lo sé, lo sé ¿café por la noche? os puedo asegurar que  nada me quitaría el sueño. El día había estado mas que sabroso y degustar gastronomía típica de Portugal había sido una verdadera gozada.


Como en todos los lugares también existen restaurantes con precios mas elevados, en este caso os hablo de Café Majestic. Tengo que reconocer que los precios de su carta no me dejaron dar el paso, pero seguro que tenía que estar todo muy rico, a juzgar por la cola que había para entrar. Lo dejamos para otra ocasión. ¡Nos quedamos con las ganas!


¡Se me olvidaba!, algunos de los productos típicos de Portugal se vinieron conmigo de vuelta a casa. café, vino de Oporto, y natas muchas natas. Hay tiendas por doquier así que ya sabes elige la que mas te apetezca para traerte ricos productos portugueses. ¿Qué tal en esta donde todo es mas barato?.



lunes, 20 de abril de 2015

Viaja con tu hijo a Oporto. Querrás repetir

Viajar a este destino en particular con mi pequeña, me hacía especial ilusión.  La primera vez que la llevamos a Oporto, fue hace casi 7 años, y tenía muchas ganas de repetir.
Ha sido divertido volver a sacarme fotos en los mismos sitios donde estuvimos cuando nuestra hija a penas tenía unos meses e iba toda cómoda en su sillita de aquí para allá. Fue su primer viaje y el nuestro como padres primerizos. Fue muy especial.
 De este hermoso lugar, recordaba sobre todo la magia que tenía por su decadencia, pero esta vez me vengo con otra  impresión. He visto otro Oporto mucho mas nuevo y arreglado, y aunque diferente, sigue manteniendo su magia un poco mas cuidada.




Hoteles con niños
Empezaré hablando del hotel donde nos alojamos. Queríamos volver a repetir el mismo el Grande Hotel do Porto, es una preciosidad de hotel, pero al decidir irnos a Portugal a última hora, los precios estaban desorbitados, así que buscamos algo por los alrededores y lo encontramos además muchísimo mas barato 65 euros la noche para los tres, incluido el desayuno.
El Hotel Peninsular, no es un hotel con grandes lujos comparado con el anterior, pero tiene lo que considero importante en el alojamiento para este tipo de viajes, en los que en realidad solo vamos a ir para dormir. Se trata de un hotel céntrico, limpio y tranquilo.
Importantísimo, tiene un parking público, muy cerca. Eso le suma otro punto. 

Planes con niños
En cuanto llegamos, supimos muy bien lo que queríamos hacer. En realidad, ya no era lo que queríamos visitar sino de qué forma. Ponte calzado cómodo y dale al botón para cruzar. 


En esta ocasión hemos visto un Oporto mas preparado para los turistas que nunca. 

Hay todo tipo de medios de transportes para conocer desde puntos de vista diferentes la ciudad. Desde los típicos autobuses de dos plantas, hasta los trenecitos turísticos, pasando por los tucs tucs que vemos ya en casi todas las partes, los barcos que pasean por el Duero, el legendario tranvía que tanto nos gusta, hasta un helicóptero que vuela por sus cielos a disposición de los turistas mas intrépidos. ¡Increíble!. Nuestro plan del día era pasear, callejear y llegar a Vila Nova de Gaia, perdiéndonos antes por el camino.





Realizamos una ruta muy sencilla:
- Buscar un sitio donde comer rico rico rico, aunque esto Portugal nos lo pone muy fácil.
- Volver a la tienda que mas recordaba de toda la ciudad para sacarnos unas fotos ¿bonita verdad?


- Mercado de Bolhao, aprovechar para conocer mejor, el tipo de gastronomía y artesanía lusa, y comprarle un juguete a mi pequeña, una muñeca de la suerte y una pintoresca y colorida flauta.


-  Acabamos de empezar nuestra ruta, pero nos apetece sentarnos un rato al sol para pararnos a contemplar lo que nos rodea.


- Buscar la librería Lello, la encontramos, hicimos la cola y la disfrutamos. Recuerdalo Aquí.


- Dirigirnos a la torre de los clérigos


- Correr para no perder el tranvía, ¿Recuerdas cuánto me gustan? Ver Aquí precio por persona; 2,50 euros.




- Perdernos por el camino para descubrir mas callejuelas un poco mas alejadas del centro.



- Encontrar la estación de tren, con los típicos azulejos azules tan representativos en la cultura portuguesa.


- Llegar al rio Duero para hacer una excursión y conocer sus  diferentes puentes. Este paseo dura unos 55 minutos  y cuesta 12,50 euros persona, los niños menores de 10 años no pagan. La excursión es tranquila y relajada. Me encanta. Importante: los barcos tienen asientos tanto interiores como exteriores, una barra de bar y baños.






- Cruzar el puente y descansar un rato contemplando las increíbles vistas del Oporto mas bonito, desde Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las famosas bodegas de vino, donde también puedes tomar algo con música de fondo o comer a la vez que disfrutas de unas maravillosas vistas.



- Regresamos, cruzando de nuevo el puente para coger un funicular que nos deja de nuevo en lo alto de la ciudad muy cerca del hotel
- Cenar mas rico aún el típico pollo a la brasa y dirigirnos al hotel para descansar. El día ha sido largo y a la mañana siguiente nos esperan mas sorpresas.

Nuestras vacaciones en familia por esta preciosa ciudad, estuvieron genial, y entre paseo y paseo siempre nos acompañaron los Pasteles de Belem, pero eso os lo contaré en el próximo post, un post muy glotón. Muchos besos.